Un campo sembrado con maíz donde se encontraron extrañas huellas asombró a los ciudadanos de la localidad de Pujato (Santa Fe, Argentina), y motivó al grupo de investigación Visión Ovni a indagar sobre el caso, confirmó a una agencia de noticias la integrante del equipo victoriense, Andrea Pérez Simondini.

La investigadora relató que “todo comenzó el domingo a la noche, antes de iniciar el nuevo ciclo del programa de Visión Ovni. Revisando los cables de las agencias de noticias, nos encontramos con una que nos conmovió, porque hablaba no sólo de un asentamiento, sino que los vecinos Pujato, pequeña localidad santafecina, afirmaban que habían observado luces que estarían relacionadas con la huella que apareció en el lugar”.

Sin embargo, a los integrantes de Visión Ovni les impactó la información: “ubicaba el suceso el sábado 31 de marzo a eso de las 3 am, el mismo día que, con parte del equipo, fuimos testigos de la evolución de dos objetos saliendo desde la isla de la Laguna del Pescado, en Victoria”.

Andrea contó que fue en esa instancia que  decidió contactar  al titular de la comisaría 14 de Pujato, comisario Walter Feniche, quien había realizado las primeras declaraciones y mostrado la extrañeza del caso. “Ante nuestro llamado, Feniche fue muy amable y combinamos para vernos al día siguiente, contando con la autorización para ingresar al campo y realizar las investigaciones correspondientes”.

La investigación

La investigadora explicó que llegaron a la localidad santafecina después del mediodía. “Elías y Deysée (integrantes del equipo) se habían adelantado a la comisaría para obtener el lugar exacto del hecho. Así llegamos y nos encontramos con varios vecinos que querían saber qué había pasado”.

Después de preguntar sobre los acontecimientos y el lugar exacto de la huella, “no tardamos mucho en darnos cuenta que estábamos caminando sobre ella”. El campo donde aparecieron las huellas tiene 42 hectáreas y se encuentra ubicado a dos kilómetros  de la ruta 33, rodeado de caminos vecinales, “todos con siembra de maíz, con varas de dos metros de largo”.

Por delante se encuentra un cementerio, donde vive Fidel Aguirre, el testigo que vio las luces que sobrevolaron el campo. “Mientras avanzábamos por la huella decidimos realizar primero todo el recorrido y después comenzar con el peritaje. Sabíamos qué hacer, porque fuimos muñidos con el protocolo de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde ingresaremos las muestras, al igual que lo hicimos en el caso de San José de la Esquina”.

Pérez Simondini detalló que el recorrido les llevó un tiempo importante desde el ingreso de una tranquera hasta donde termina la otra. “Cuando ocurrió el suceso, la tranquera del campo estaba abierta, con conocimiento de sus dueños, pero la policía, al realizar las actuaciones, la cerró con un candado”.

La huella

Pérez Simondini aseguró que la huella comienza ni bien se  atraviesa la tranquera y termina a 10 metros,  del otro lado del campo. “Lo que encontramos, para que se entienda, es un camino o sendero con 2,10 de ancho y una longitud de casi 600 metros, que en algunas partes del recorrido presentaba senderos que se abrían y marcaban una ‘especie’ de ochos, con retorno”.

Vista aérea de la huella.

Después del recorrido, los investigadores comenzaron a tomar medidas, y a buscar “detalles finos” del lugar. “Si bien habían pasado quizá más de 200 personas para ver la anomalía, pudimos ver con extrañeza y en varios pasajes, acompañados por gente especializada en campo, que las varillas no estaban quebradas, sino dobladas. Todas tenían orientación al SO, siguiendo un camino irregular. Las varas del maíz estaban deshidratadas, producto de la sequía, hasta alrededor de un metro; las raíces, secas, y algunas mazorcas tenían hongos (carbono), con la común deformación en el choclo”.

El equipo de investigación encontró “unas extrañas huellas dentro del sembradío, que presentaban una suerte de arrastrón de 10 cm de ancho por 40 de longitud, que terminaba abruptamente en una especie de ‘nido’ de palillo, y con unos ‘pinchazos’ en el terreno, muy interesantes”.

Los semicírculos tenían un diámetro de 3,46 metros en el centro, y sus medidas eran simétricas de un lado y del otro, bajando a 3,10 metros con una caída de 1,50 en ambos lados. En total, la longitud es de  12 metros exactos.

La victoriense manifestó que “la posición de las varas de trigo era siempre en la misma dirección. Sin embargo, lo que entró, ciertamente entró, pero no pudimos determinar como salió, porque la orientación de salida quedó en una pared del maizal, sin afectación. Ese fue el primer gran interrogante”.

La información de los testigos

Además, Pérez Simondini precisó que en el lugar “coincidimos con el primo de los dueños de campo, también de apellido Marelli, que nos dio mucha información sobre los sucesos, por la cercanía familiar con el testigo del hallazgo. El hombre relató que el jueves a la mañana, Rubén Marelli se dirigió al campo y encontró esas marcas. Asustado, le pidió a su cuñado que ingresara a ver, cosa que hizo, siguiendo hasta el final del recorrido, es decir, la otra tranquera. En este punto, aún no aportaremos ninguna información porque falta la confirmación de  las fuentes”.

El viernes, Raúl Marelli, hermano de Rubén y socio en el campo, realizó la denuncia por daños en la comisaría, y logró la intervención de la policía. “El primo del dueño del campo nos comentó que la policía fue con el ingeniero agrónomo Gregorio Marín, que después de revisar el escenario concluyó en que presenta anomalías que escapan a su conocimiento”.

El relato de “El Negro”

Andrea agregó que conocieron a un personaje del pueblo apodado “El Negro”, que les dio información respecto de quienes habían estado observando las huellas. “Así nos enteramos que un corresponsal del diario Clarín, de nombre Gonzalo, había estado sobrevolando el campo en un ultraliviano, para ver las huellas desde el aire”.

Con este dato, Andrea se contactó con Gonzalo y le preguntó qué se veía desde el aire, a lo que el periodista respondió que se observaba “una línea con movimiento cruciforme, que al tener dos metros de ancho, se veía como una línea muy uniforme”.

Luego, la investigadora quiso saber si Gonzalo observó algún dibujo de ochos o medios ocho. “La respuesta fue afirmativa: el hombre destacó que se veía una línea y no un sendero o franja, pero que si se observaba ese tipo de dibujo”.

La opinión del Comisario

El equipo de Visión Ovni se encontró luego con el comisario Walter Feniche, quien les comentó que la presencia en el campo del ingeniero agrónomo sirvió para corroborar que no tenía conocimientos necesarios para determinar qué hizo esa huella. “Nos dejó en claro que el titular del campo realizó una denuncia por daño. A esta altura, con las evidencias en las manos y los testimonios logrados, nos aprestamos a regresar, a la espera de reunir más información sobre el suceso. Todavía tenemos mucho material para develar”, adelantó.

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 1 comentario
Comentarios
Abr 11, 2012
8:38
#1 HORACIO:

-ya hay registrados en el mundo unos 6.200 crop circles...este es el 6.201.????? .salutaciones

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