Evidencia de un asentamiento de la Edad de Piedra que fue tragado por el Mar Báltico ha resurgido en una isla de Suecia, revelando una colección de artefactos bien preservados dejados allí por nómadas hace cerca de 11,000 años.

Buzo inspecciona los restos de un árbol de 11,000 años.

Lejos de ser una "Atlantis Sueca" como los medios locales la han caratulado, el nuevo descubrimiento es de hecho una suerte de basurero donde los nómadas descartaban objetos, y dado que era gente que solo estaba de paso, serían los restos de un asentamiento temporal.

Enterrados a 52 pies debajo de la superficie de Hanö, una isla ubicada en la bahía de la provincia de Escania, los ítems incluyen artilugios de madera, herramientas de piedra, cuernos de animales, túnicas, y un arpón hecho de hueso de animal. También se encontraron restos de uros, bovinos de gran tamaño que se extinguieron hacia el 1.600 d.C.

"Hay madera y cornamentas, junto con otros instrumentos que fueron arrojados allí", dijo Björn Nilsson, arqueólogo y profesor de la Universidad de Södertörn.

Para sorpresa de todos, los artefactos estaban en muy buenas condiciones debido a la presencia de una especie de lodo sedimentario que se forma a partir de la descomposición de la turba. La materia vegetal que se acumula por debajo del nivel del agua está en unas condiciones de continua saturación y de poca disponibilidad de oxígeno, lo que evita el deterioro de los objetos orgánicos enterrados en ella.

"Hace 11,000 años hubo un gran lago en esta zona, y todos los árboles y huesos están preservados allí. Si hubiésemos desenterrado el antiguo asentamiento en tierra firme, solo estarían presentes las cosas hechas de piedra, nada orgánico", aclaró Nilsson.

El equipo continuará excavando bajo el agua buscando un potencial sitio funerario.

"Estamos ante uno de los asentamientos más antiguos y relativamente permanentes de Escania y de toda Suecia, punto final", concluyó el arqueólogo.