El Pentágono abrirá un «Centro de Guerra Espacial» en seis meses con el objetivo de responder a supuestas amenazas de China y Rusia en la órbita terrestre. Los satélites serán monitoreados desde este nuevo centro de operaciones, la primera vez que todos los satélites espías y militares de la nación norteamericana serán rastreados desde una sola ubicación en la superficie del planeta.

Un arma antisatélite es un arma espacial diseñada para incapacitar o destruir satélites con fines estratégicos militares. Actualmente, los Estados Unidos, Rusia y la República Popular de China son los únicos que se conoce que han desarrollado este tipo de armamento.

El anuncio fue hecho por el Subsecretario de Defensa de EE.UU., Robert Work, ayer en el simposio de GEOINT (Geospatial Intelligence) 2015 en Washington.

De acuerdo a Defense One, dijo que «si un adversario fuera capaz de anular nuestra presencia en el espacio, todos los esfuerzos de reconocimiento en zonas potencialmente conflictivas se debilitarían gravemente». Además, Work agregó que en el pasado el espacio fue «virtualmente un santuario», pero ahora «se debe considerar un dominio operacional de respuesta en formas que antes no fueron pensadas».

Durante los años 1960, la URSS hizo los primeros experimentos con su serie de satélites destructores Istrebitel Sputnikov (IS), que entraron en servicio en 1973.

La instalación, parte de un multimillonario presupuesto destinado por el Departamento de Defensa estadounidense, protegerá los satélites de potenciales ataques de otras naciones, aunque no trascendió cómo. Aparte de eso, otra de las metas del proyecto será coordinar todos los datos de satélites gubernamentales —lo que quiere decir que todo reconocimiento satelital pasará por este centro.

Según el sitio web Breaking Defense, el desarrollo del Centro de Guerra Espacial fue motivado por pruebas anti-satélite llevadas a cabo por China entre 2007 y 2010.