Iván, un granjero que asegura haber matado al críptido legendario chupasangre, encontró al animal cuando este se metió en su casa en busca de comida. «El chupacabras estaba cazando y yo lo maté. Ha estado asustando a la gente por mucho tiempo. Se estaba comiendo nuestros pollos y conejos», declaró Iván ante los medios. Los vecinos alegan que la fiera le chupaba la sangre a los animales.

Luego de haber matado a la bestia, ésta fue trasladada al Laboratorio de Medicina Veterinaria Regional, en donde hasta ahora no han podido indentificar qué tipo de animal es. «Tiene cierto parecido a un lobo africano, pero sus dientes, cuello, orejas y patas son muy largas. No podemos decir qué es», explicó Valeriy Dopiryak, jefa del laboratorio veterinario.

Cazador y cazado: Iván sostiene la horqueta con la que dio muerte a la criatura (derecha).

Viktor, un vecino de Iván, manifestó que no era uno, sino dos chupacabras los que se encontraban en la zona. «Se parecía a un canguro, pero con el cuerpo más largo y patas delanteras más cortas, pero escapó», agregó el local.

Foto del animal mientras era analizado por los veterinarios.

El mito del chupacrabras tuvo su origen en la isla de Puerto Rico en 1995, y desde entonces se han reportado diversos supuestos avistamientos en lugares tan lejanos a la isla como Maine y Chile, e incluso provenientes de países fuera del continente americano, como Rusia y Filipinas. La mayoría de los informes de avistamientos provienen de América del Norte como México y al sur América Central y América del Sur. El nombre proviene de los supuestos hábitos hematófagos de la criatura, del que se cree que ataca a animales domésticos, especialmente cabras, succionando toda la sangre del cuerpo del animal. Las descripciones físicas de la criatura varían, pero comúnmente se describe como una criatura pesada, del tamaño de un oso pequeño y con una hilera de espinas abarcando desde el cuello hasta la base de la cola.