En su cacería de otros mundos, la NASA ha recurrido a técnicas poco convencionales e innovadoras para mejorar la tecnología disponible. En un futuro cercano, la agencia espacial planea reemplazar los costosos y pesados espejos de los telescopios espaciales por una nube de partículas brillantes capaces de extender las fronteras de nuestra visión del Cosmos.

Credito: G. Swartzlander/Instituto de Tecnología Rochester.

«Es una nube flotante que actúa como espejo», dijo Marco Quadrelli del JPL de la NASA e investigador principal del proyecto llamado Arco Iris Orbitales. «No hay estructura de soporte, ni acero a su alrededor, es solo una nube».

El sistema propuesto, el cual ganó su lugar y financiamiento por parte del NASA Innovative Advanced Concepts el año pasado, esparcirá pequeños granos brillantes en el espacio que serán atrapados y manipulados mediante múltiples rayos láser. La «trampa» se activa mediante la presión de la luz láser en dos fuerzas opuestas: una que empuja las partículas hacia fuera, y otra que empuja las partículas hacia el eje del haz de luz. La presión de la luz láser procedente de diferentes direcciones da forma a la nube y empuja los granos pequeños para alinearse en la misma dirección. En un telescopio espacial, se formaría una nube tenue de millones de granos, cada uno, posiblemente, tan pequeño como fracciones de un milímetro de diámetro.

Un telescopio de este tipo tendría una amplia apertura ajustable, espacio a través del cual pasa la luz durante una medición óptica o fotográfica; de hecho, podría dar lugar a aperturas mayores que las de los telescopios espaciales existentes. También sería mucho más sencillo de empacar, transportar y desplegar que un telescopio espacial convencional.

Pasos en los que se iría desplegando el sistema.

La idea original para un telescopio basado en partículas atrapadas por láser fue propuesta por primera vez en un artículo de 1979 escrito por el astrónomo francés Antoine Labeyrie. Ahora, el equipo de Arco Iris Orbitales tratará de materializar la idea. Para probarla en el laboratorio, el co-investigador del proyecto, Grover Swartzlander, del Instituto de Tecnología Rochester en Nueva York, y sus estudiantes, esparcieron brillantina en una lente cóncava. Luego utilizaron láseres para representar la luz de un sistema estelar binario. Con muchas exposiciones y un montón de procesamiento, una imagen de las dos estrellas simuladas surgió usando el espejo brillante.

Arco Iris Orbitales aún no se ha demostrado en el espacio. Para una prueba en la órbita baja de la Tierra, los investigadores tendrían que desplegar un telescopio con un pequeño parche de partículas, no más grandes que una tapa de botella, para demostrar que se pueden atrapar en la forma adecuada para reflejar la luz. El siguiente paso sería hacer muchos de estos parches y sintetizar una apertura con la cual hacer imágenes.