¿Máquinas voladoras propulsadas por fuego y guerras atómicas hace miles de años?

Crédito: Vibhas Virwani (vibhasvirwani.com).

El Samarangana Sutradhara es una colección de antiguos manuscritos hindúes con una antigüedad superior a los mil años. Nada menos que 230 páginas de esta colección son dedicadas a los sistemas de construcción de los “vimanas”, las naves que volaban millares de kilómetros a altísima velocidad.

Según el Samar (otra colección), los vimanas funcionaban con la “potencia latente del mercurio caliente”. Habrían dos tipos de vimanas: los “surymandalas”, que alcanzaban las regiones del sistema solar, y los “nahasatramandalas” que viajaban hacia el Sol.

La colección Drona Parva habla de un conflicto –aparentemente atómico– que habría sucedido alrededor del 12.000 a.C. Describe un “enorme proyectil llameante, quemando con fuego sin humareda, haciendo arder los bosques y matando millares de individuos”. Describe también el “arma de Agneya”: “Arremetiendo con dilacerantismo, ella arrastraba atrás de sí, en su corrida, un resplandor cegante”.

En el Mahabharata (La Gran India), un épico más voluminoso que la Biblia, escrito aproximadamente en el 3.000 a.C., hay imágenes muy claras de batallas fantásticas: “Bhima voló con su vimana en un rayo inmenso, que tenía el resplandor de un arma que podía matar a todos los guerreros que usasen metal en el cuerpo: La arma causaba el efecto de hacer caer los cabellos y las uñas de las manos y de los pies, y todo lo que era vivo se tornaba pálido y flaco”. Algo muy parecido sucedió a los habitantes de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945.

"...un aparato que se mueve por fuerza interna, como una ave, sobre la tierra, dentro del agua, o en el mar, es denominado vimana..."

En el octavo libro del Mahabharata, se cuenta que el personaje Gurkha, a bordo de un poderoso vimana, arrojó un único proyectil sobre la “ciudad triple”. De ella se elevó una fumata blanca, incandescente, diez mil veces más clara que el Sol. La fumarada se levantó con brillo inmenso y redujo la ciudad a cenizas:

“Era como si hubiesen sido soltados los elementos. El Sol giraba en círculo. Quemado por la incandescencia del arma, el mundo vacilaba de fiebre. Elefantes atormentados por el calor, corrían locos de aquí para allá, procurando protección contra el terrible ataque. El agua hervía, los animales morían. El enemigo era segado, y la furia del fuego hacía con los árboles, como en los incendios de los bosques, caerse en hileras. Los elefantes rugían pavorosamente y caían muertos al suelo, por toda una vasta área. Los caballos y los carros de combate se quemaban y todo parecía como después de un incendio. Millares de carros fueron destruidos. Después, un silencio profundo descendió sobre el mar. Los vientos comenzaron a soplar y la tierra aclaró. Se ofreció la vista de un cuadro horripilante. Los cadáveres de los tumbados habían sido mutilados por el horroroso calor, no pareciendo más gente. Nunca antes habíamos hablado de tal arma.”

En otro párrafo del Mahabharata (parte de Viaje de Arjuna para el Cielo de Indra), las visiones pavorosas del relato anterior son sustituidas por otras de belleza y gloria:

“Después de la partida de los protectores del mundo, Arjuna, terror de los enemigos, quería que el carro celeste de Indra llegase hasta él. De repente, junto con Matalis, el carro llegó en el brillo de la luz desterrando del aire las tinieblas e iluminando todas las nubes, llenando las tierras con estruendo, como el ruido del trueno. Fue un artefacto mágico del cielo, realmente imponente a los ojos. Él subió en el carro, resplandeciente como el señor del día. Entonces, se fue para arriba con el artefacto mágico, aquel carro celeste parecido al Sol, y fue inmensa la alegría experimentada por el hijo blanco de la estirpe Kuru.”

Tal como un plan de vuelo

El guerrero Arjuna, entonces, “al aproximarse a las regiones invisibles para los mortales que recorrían la tierra, vio carros celestes, maravillosos, a millares. En aquel lugar no brilla el Sol, ni la Luna, no reluce el fuego, mas si en su propio brillo centellea, por la fuerza de hechos nobles, aquello que en la Tierra es visible en la fuerza de las estrellas, las cuales, por causa de la distancia inmensa, parecen como lámparas, no obstante son grandes cuerpos”.

Vimanas.

Diferentes tipos de vimanas.

La mayoría de esos relatos dispensa comentarios, pues el lenguaje usado, de modo general, es claramente descriptivo, casi técnico. En ciertos párrafos, no existe el menor trazo de misticismo. Este que pasamos a reproducir fue escrito por Maarshi Baradvaja, un profeta de la era primitiva de la India, y traducido por la Academia Internacional para Pesquisa del Sánscrito, en el Estado de Misore, India.

“...un aparato que se mueve por fuerza interna, como una ave, sobre la tierra, dentro del agua, o en el mar, es denominado ‘vimana’ (...) que es capaz de moverse en el cielo, de un lugar a otro... Es un vimana, así llamado por los sacerdotes de las ciencias. El secreto de la construcción de aparatos voladores que, no se quiebran, no pueden ser partidos, no juntan fuego y no pueden ser interpretados. El secreto de hacer aparatos en vuelo. El secreto de tornar invisibles aparatos en vuelo. El secreto de escuchar ruidos y conversaciones en aparatos enemigos en vuelo. El secreto de fijar imágenes del interior en aparatos enemigos en vuelo. El secreto de determinar la vuelta de aparatos enemigos en vuelo. El secreto de dejar seres sin sentido en aparatos enemigos en vuelo y de destruir los aparatos enemigos en vuelo.”

Según Erich von Däniken (que tradujo este texto para los términos modernos), en otra parte de este relato del profeta Baradvaja, “se da la descripción exacta de 31 piezas principales que componen el aparato. Con precisión idéntica, se da instrucciones para el traje y la alimentación de los pilotos. Además, el texto contiene la especificación de los 16 metales diferentes, necesarios para la construcción del vehículo volador. No en tanto, el mundo actual conoce apenas tres de los metales especificados, quedando sin traducción, hasta ahora, lo demás”.

Veamos ahora un párrafo del libro 24 del Rig Veda:

“Todos cuando parten de este mundo en viaje primero llegan a la Luna... La Luna es el portal de acceso al reino celeste, y quien sabe responder a sus preguntas está libre para proseguir viaje... (Rig Veda. 1° Adhyaya). Venerado sea Vayu, señor del espacio cósmico... Prepara una morada para mí, que soy el señor del sacrificio. Abre el portal del espacio celeste, del espacio cósmico, para que podamos contemplarlo a fin de obtener el dominio del espacio cósmico. Es para allá que queremos ir.”

Es claro que todo eso puede tener apenas un sentido espiritual de liberación de las almas después de la muerte. Mas no se puede ignorar que se parece mucho un plano de vuelo. Y este trecho puede ser leído como un pedido de permisión de trabajo para una escala en la Luna, antes de un viaje al espacio exterior.

Para finalizar, observemos este párrafo del Rig Veda, en que un venerable da la siguiente lección a su discípulo:

“El espacio cósmico es mayor que la incandescencia, pues ambos se encuentran dentro del ámbito cósmico, el Sol y la Luna, como el relámpago, los astros y el fuego. En virtud del espacio cósmico, las personas llaman, ven y responden. En el espacio cósmico experimentan alegría. Nacemos en el espacio cósmico, nacemos para el espacio cósmico. ¡Tu deberás venerar el espacio cósmico! Quien venera el espacio cósmico alcanza reinos espaciales, reinos repletos de espacio luminoso, infinito, para dar pasos largos, y por donde el espacio cósmico se extiende él podrá pasear a voluntad...”

5 comentarios
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 5 comentarios
Comentarios
Nov 21, 2014
21:05

Me gustaría saber dónde se pueden localizar estas antiguas publicaciones del Mahabarata y de los otros manuscritos. Si Hay alguna versión traducida al español y en formato electrónico para descargarla.
Espero su atenta y amble respuesta

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Feb 22, 2016
20:18
#2 carlos edo.:

La verdad que cada vez que recorro estas y otras páginas de Mysteryplanet me siento reconfortado,con más conocimientos y respaldo de mi manera de pensar y me siento menos loco de lo que pensaba.Felicitaciones para todos los que hacen posible saber de nuestras inquietudes.Atte.

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Ene 11, 2021
11:27
#3 MARIO ALBERTO COEN:

DEBEMOS BUSEAR EN NUESTRO PASADO REMOTO PARA COMPRENDER NUESTRO PRESENTE Y DE ESTA MANERA PROYECTAR NUESTRO FUTURO PLANETARIO ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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Ene 12, 2021
3:45
#4 HORACIO:

@MARIO ALBERTO COEN: AL FIN ALGUIEN COHERENTE .....PUES ACA HACEN TODO AL REVES....poco y nada de saber bien claro nuestros origenes.........de 10.000 años antes de cristo no sabemos un jota....de millones de años si por que se descubrio los huesos de dinosaurio..nuestro planeta esta en condiciones desastrosas estos ultimos 70 años ,la tecnologia surgio mas para destruirlo que recuperarlo...y solo se piensa en conquistar la luna ,marte..venus ...que dope tienen en el balero por Dios...a como vamos la humanidad no llega a 100 años mas.....sera como las peliculas de ficcion....todo en ruinas y contaminado...y un grupo de humanos en una cueva a 1.000 de profundidad tratando de recibir mensajes de ayuda.... vamos camino a eso....jajajajaja

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Ene 13, 2021
11:15
#5 MARIO ALBERTO COEN:

GRACIAS POR TUS COMENTARIOS¡¡¡¡¡
" HAY QUE BUSEAR EN NUESTROS PASADOS REMOTOS, PARA PODER COMPRENDER NUESTRO PRESENTE Y DE ESTA MANERA PROYECTAR NUESTRO FUTURO" - ESTE ES MI PENSAMIENTO TOTALIZADOR DEL DESTINO DE NUESTRA HUMANIDAD - Mario Coen

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