Hace tan solo semanas, la Universidad de Harvard reportaba que un equipo científico había logrado comprimir hidrógeno al punto de convertirlo en un metal, un material que hasta antes de la hazaña científica únicamente existía en teoría. Hoy el diario The Independent informa que la muestra de hidrógeno metálico, una minúscula lámina brillante, se ha perdido en el mismo laboratorio donde fue desarrollada.

metallic-hydrogen

De acuerdo con la teoría, el material creado, cuya existencia era imposible en la naturaleza y que aún venía siendo estudiado para determinar sus propiedades físicas y químicas, era capaz de conducir la electricidad incluso a bajas temperaturas. En otras palabras, podía tratarse de un superconductor capaz de mejorar el rendimiento y rapidez de ordenadores, ahorrar grandes cantidades de energía perdida en la transmisión e incluso mejorar el desempeño de autos eléctricos.

Así de comprimido, el hidrógeno metálico podría ser un combustible ultraligero y potente para viajes espaciales.

El incidente

En un medio a -269° C, un par de diamantes sintéticos —especialmente desarrollados en laboratorio para cumplir con la tarea sin quebrarse en el proceso— empezaron a presionar el material: mientras la presión subía, las moléculas de hidrógeno normalmente transparentes tomaron un color opaco y finalmente se volvieron brillantes. La presión necesaria fue de 495 gigapascales (unos 5 millones de kilos por centímetro cuadrado), similar a la del centro del planeta Tierra. Tras la noticia sobre la creación del material, la muestra diminuta fue mantenida en estas mismas condiciones para su estudio.

No obstante, en un intento de medir la presión en el sistema usando un láser de baja potencia, se registró la rotura de uno de los diamantes. La consiguiente pérdida de presión parece haber acabado con el hidrógeno metálico, sugiriendo que se trataba de un material altamente inestable y que volvió a su estado gaseoso al dejar de ser comprimido.

Presiono luego existo

Para algunos físicos la muestra se perdió porque en realidad nunca existió. La naturaleza metálica de la muestra había sido determinada en base a las cualidades reflexivas que pudieron ser observadas en el material a través de la gruesa pared transparente de la caja que lo contenía (y mantenía en las condiciones arriba descritas).

No obstante, el investigador principal del equipo, Isaac Silvera, insiste en la veracidad de su logro y señala que solo caben dos posibilidades ante la desaparición de la muestra: o bien el material no era meta-estable o bien sus restos microscópicos están desperdigados en el instrumental averiado.

El equipo de científicos deberá exponer su investigación en una reunión de la Sociedad Americana de Física en las próximas semanas. Para entonces, Silvera espera haber repetido el logro: «Tenemos un par de diamantes que estamos preparando para ello».

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