Ben Hansen, ex anfitrión del programa Fact or Faked: Paranormal Files emitido por SyFy Channel, ha analizado cuidadosamente todos los detalles de la reciente entrevista al presidente Barack Obama en Jimmy Kimmel Live, donde se le preguntó al mandatario sobre el fenómeno ovni. La programación neurolingüística y el lenguaje corporal ponen de manifiesto enormes revelaciones.

Obama durante la entrevista en Jimmy Kimmel Live.

Hansen tiene un trasfondo en los cuerpos policiales y, en el video donde analiza la entrevista a Obama —ver más abajo—, aclara que a pesar de no considerarse un experto en lenguaje corporal, posee vasta experiencia en investigaciones criminales y entrevistas a sospechosos, y ha trabajado con gente que sabe mucho del tema.

En la aparición que tuvo lugar a mediados del mes pasado, el entrevistador, Kimmel, decidió preguntarle al presidente sobre los ovnis y el Área 51. Teniendo en cuenta las repercusiones habidas cuando le formuló las mismas cuestiones al ex presidente Bill Clinton, Kimmel le advirtió a Obama que la gente estaría atenta y analizaría cada movimiento y expresión facial que acompañara sus respuestas.

La entrevista se desarrolló en un ambiente distendido y cómico, y los interlocutores parecieron disfrutarla, pero la pregunta es: ¿Estuvo Obama realmente bromeando todo el tiempo? La primera impresión es que sí, sin embargo, Hansen afirma que su examen expone que la comunicación no-verbal de Obama demuestra otra cosa.

La primera pista que tuvo el investigador fue que el presidente parecía algo agitado, cada pregunta incrementaba su ritmo respiratorio. En el video publicado en YouTube, se nota que la respiración era mucho más pronunciada durante el cuestionamiento sobre los ovnis que en otras partes de la misma entrevista. «Esto indica que Obama se sentía incómodo con esa línea de cuestionamiento», explica Hansen.

Otro aspecto delatador son las bromas. «Cada broma o chiste de Obama interrumpe, retrasa o evade la pregunta original de Kimmel. Lo más probable es que detrás de cada risa se esconda un intento por que su interlocutor abandone ese tema y prosiga por otro lado. Los chistes son a menudo utilizados para menospreciar o minimizar lo dicho por una persona y hacerla sentir que lo que pregunta es tonto», se señala en el análisis hecho.

Lo cierto es que ésta no es la primera vez que el presidente norteamericano utiliza el humor para escudarse del tema ovni/extraterrestre. Por ejemplo, durante su primera visita a Roswell, Nuevo México, Obama comentó ante la concurrencia que la primera oración que dijo cuando arribó al lugar fue «vengo en son de paz».  Además agregó que a menudo niños de 9 o 10 años le preguntan sobre los ovnis, y su respuesta favorita para tales ocasiones es «si te dijera, tendría que matarte». De acuerdo a periodistas presentes en el evento, lo último no causó mucha gracia entre la multitud que lo escuchaba.

Obama en su visita a Roswell, NM.

¿Es el humor de Obama un arma de defensa contra preguntas incómodas, o se vale de él ante el temor de hacer el ridículo por tomarse el tema en serio?

El gobierno niega tener conocimiento

La mayor revelación de la entrevista, según Hansen, se encuentra en la seguidilla de preguntas ovni que formula Kimmel al final. A pesar que Obama evade responder seriamente, el entrevistador insiste una y otra vez para obtener una respuesta acorde.

«El constante tono cómico de Obama no disuade a Kimmel, y es en ese preciso instante cuando vemos un cuadro interesante», explica Hansen. «De una actitud cómica pasa a una defensiva, y rompe totalmente el contacto visual con su interlocutor. De igual manera, su sonrisa cambia de genuina a falsa».

Un estudio pormenorizado de pasadas entrevistas a Obama, exhibe que cuando éste rompe el contacto visual, mira hacia abajo y a la derecha. Los protocolos de Programación Neurolingüística (PNL) dictan que dicho movimiento indica un diálogo interno del sujeto. Hansen cree que, en el caso que nos ocupa, puede deberse a «un proceso cognitivo necesario para responder con precisión una pregunta difícil».

La PNL asegura ocuparse de la influencia que el lenguaje tiene sobre la denominada «programación mental» y demás funciones atribuidas a nuestro sistema nervioso, como también los «patrones lingüísticos» que empleamos. Los sentidos como olfato, tacto, gusto, vista y oído nos dan diversa información de otras personas, por lo tanto, una incorrecta utilización de dichos lenguajes hace que esta imagen sea negativa.

Otra cosa que se le ve hacer en el video al POTUS, es cerrar sus ojos por un tiempo mayor al de un simple parpadeo, como si se tratara de un bloqueo inconsciente de señales visuales o auditivas poco placenteras. El singular movimiento visual es acompañado por una aclaración de la garganta, flexión de la mandíbula y una cabeza que esboza un rotundo: «No puedo revelar nada». Hansen piensa que no hay manera de saber si las respuestas anteriores del presidente fueron más que una broma, pero está seguro que el abrupto cambio de comportamiento demostrado en esta respuesta negativa sugiere fuertemente que Obama estaba diciendo la verdad.

El investigador compara el comportamiento de Obama con el de un sujeto al cual sus amigos invitan a pescar, pero no puede ir porque su esposa quiere que ordene el garage. Él no quiere hablar mal sobre su esposa con sus amigos, por lo que simplemente responde, «lo siento muchachos, no puedo».

«Ya no está bromeando, su cambio de comportamiento es claro, y, al igual que el sujeto con su esposa, no puede revelar —sea cual sea— la verdad», concluye Hansen.